Por: Javier Sanabria Vásquez - Jasanvas@gmail.com (*)
Mucho se ha dicho sobre lo ocurrido el pasado 14 de enero, en el balneario "Pozo azul" de San Gil, en donde el morbo, la burla y el "sacaculismo" han sido los comunes denominadores.
Lo primero que habría que decir, en defensa de los organizadores, es que aunque su intención seguramente no era la de propiciar la participación de los menores de edad en una actividad para personas adultas, obviaron elementos básicos de seguridad y logística para que ello no ocurriera. Eso, por supuesto, no los exime y tendrán que asumir su responsabilidad, pero tampoco son los únicos culpables de lo ocurrido. Considero que las autoridades judiciales, administrativas y disciplinarias deben investigar a todos los que de una u otra manera propiciaron estos hechos que hoy afectan gravemente la imagen de nuestra ciudad.
EL ARRENDATARIO DEL BALNEARIO: ¿Cualquier persona puede llegar al balneario con una carpa, un equipo de sonido y un conjunto de animadores; y hacer lo que quieran sin que haya el más mínimo control? ¿Los problemas de seguridad e higiene por los cuales se cerró el balneario hace varios años e imposibilitaba darlo en arriendo, se superaron?
LAS AUTORIDADES PÚBLICAS: El artículo 6º de nuestra Constitución Nacional reza: "Los particulares sólo son responsables ante las autoridades por infringir la Constitución y las leyes. Los servidores públicos lo son por la misma causa y por OMISIÓN o extralimitación en el ejercicio de sus funciones".
Dice la primera autoridad administrativa del municipio, que "la Policía hace controles permanente a pozo azul". ¿Por qué la policía, en una de esas "tantas" inspecciones hechas a ese lugar en ese día, no solicitó lo documentación legal para la realización de ese evento? ¿Acaso pudo haber permisividad o ausencia de las autoridades de policía?
Dice el alcalde municipal, que él no se enteró de la realización del evento, sino hasta el martes 16 de enero (2 días después). En San Gil entonces, ¿Se pueden realizar eventos en donde participan más de 1.000 personas y las autoridades no se dan cuenta si no hay un escándalo por redes sociales? El bochornoso "desfile" de motos, maicena, repila y desorden, realizado a finales del pasado mes de diciembre por varias vías del casco urbano de San Gil, tampoco tuvo controles efectivos, a pesar de que se había promocionado ampliamente por las redes sociales. En los dos casos, ¿Hubo permisividad por parte de las autoridades?
LOS ADULTOS ESPECTADORES DEL EVENTO: La Ley de infancia y adolescencia crea una corresponsabilidad directa a TODAS las personas, en pro de la defensa de los derechos de los menores de edad. Se puede observar en el video que circuló por redes sociales, que en el momento en que se exponía a la joven a semejantes vejámenes, había un sinnúmero de personas adultas observando los hechos; y antes de intentar detener las acciones, motivaron a la adolescente para que lo hiciera; y luego salieron a reprochar los acontecimientos en las mismas redes sociales. ¿Doble moral o complicidad en los hechos, por parte de los adultos presentes?
LOS MENORES DE EDAD PRESENTES EN EL EVENTO: Hay que hacer una precisión frente a los menores de edad en cuanto a su capacidad para autodeterminarse: Los menores de 14 años son absolutos y los mayores de 14 años, pero menores de 18, son relativos. Es claro que los menores de 14 años son objeto de una protección superior por la Constitución y las leyes, porque su consentimiento, bajo cualquier situación es nulo; ¿pero qué ocurre con aquellos jóvenes entre los 14 y 18 años que toman decisiones que terminan afectando sus propios derechos? Más allá de la legislación vigente; un (a) joven entre los 14 y 18 años, ¿tiene capacidad para saber lo que está haciendo con su vida? ¿En verdad se obligó a alguien a hacer algo, en contra de su voluntad o hubo consentimiento? ¿Ese eventual consentimiento, es válido?
LOS PADRES DE LOS MENORES ASISTENTES: Según nuestra legislación, las personas que ejercen la patria potestad sobre un menor de edad, tienen la responsabilidad de su protección y cuidado. ¿Puede entonces un progenitor -que ejerce la patria potestad sobre su hijo- salvar su responsabilidad al decir que él (o ella) "solo la dejó ir" a un lugar en donde se sabía que se iban a presentar eventos de contenidos para adultos (camisetas mojadas)? Sabiendo lo que su hij@ iba a estar viendo; ¿No debió haberl@ acompañado o prohibirle que asistiera?
LOS LLAMADOS "MEDIOS DE COMUNICACIÓN": Perfiles y/o FanPages en Facebook como "Sibarita sangileño", "El regional" o "Noticias San Gil", promocionaron e invitaron al evento de pozo azul, sin averiguar si el mismo contaba con los requisitos legales para su realización, cuando la legislación vigente lo exige. Incluso, el "Sibarita sangileño" transmitió gran parte del evento en vivo, conociendo de primera mano que había menores de edad presenciando el evento con contenido para adultos; pero para él, las "1.500 personas disfrutaron y se divirtieron sanamente en un evento gratuito, DONDE NO HUBO NINGÚN SUCESO QUE LAMENTAR". Parece ser, que él es de los pocos sangileños que considera que "no hubo ningún suceso que lamentar". Curiosamente, cuando un concejal hizo pública la denuncia en redes sociales, los perfiles "El regional" y "Noticias San Gil" lanzaron serias críticas contra el edil, inmiscuyéndose en su vida personal; pero como los comentarios fueron contra "Noticias San Gil", optaron por eliminar la publicación (adjunto pantallazo de la publicación). "El regional", haciendo gala del desconocimiento legal sobre eventos que convocan la presencia masiva de gente, indica: "El regional aclara que en ningún momento hizo parte de la organización, SOLO PUBLICAMOS UN VIDEO INVITANDO como cualquier otro evento en la ciudad". Estos dos mismos FanPages, publican toda serie de contenidos, que dependiendo la situación o conveniencia, modifican o eliminan. Es necesario que las autoridades determinen quienes son los administradores de esos FanPages, mediante experticio técnico a las direcciones IP´s, los dispositivos, las fechas y lugares desde donde se hacen las publicaciones, para que llegado el caso, se responda por eventuales afectaciones a terceros; o que los mismos administradores le pongan la cara a la comunidad y se identifiquen, tal como lo hacen los verdaderos medios de comunicación y periodistas de la ciudad. Cada quien es libre de consumir los contenidos en internet que mejor le parezcan; y tampoco pretendo coartar a alguien el derecho a su libre expresión, pero ¿No existe una autoridad que haga respetar lo normado frente a las publicaciones en redes sociales?
QUIENES PUBLICARON LOS VIDEOS: Si bien es cierto que las fotos y los videos tomados en espacios públicos, por regla general pueden ser publicados libremente, hay unas restricciones legales que lo impiden. Una de esas limitaciones es cuando hay afectaciones contra los derechos fundamentales de terceros; y particularmente, cuando se trata de menores de edad. Algunas personas compartieron los videos del hecho por redes sociales, por simple morbo y otros con el propósito de denunciar los hechos irregulares. Las autoridades determinarán en casa caso las responsabilidades penales; pero quienes lo hicieron por simple morbo, ¿Harían lo mismo si en el video apareciera una hija, nieta, novia, esposa o hermana? Además de la eventual sanción penal, ¿No tenemos el más mínimo respeto por la vida personal de los demás?
Las respuestas a cada una de las inquietudes aquí planteadas estarán a cargo de la comunidad, las autoridades judiciales, administrativas y disciplinarias; pero también, nos invita a que cada uno nos cuestionemos sobre el papel que cumplimos en nuestra sociedad y no solo nos excusemos en los hechos de los demás.
(*) Abogado y Periodista
· PD: Mis opiniones y/o artículos publicados en redes sociales y en el Periódico Chicamocha News, no representan ni identifican a las empresas o personas con quienes mantengo relaciones laborales o contractuales.
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